

La experiencia en este caso, ha sido altamente positiva. La gente preguntó todo lo que quiso durante dos horas y media y en un ambiente distendido y coloquial, el traumatólogo fue despejando nuestras dudas y temores, es decir, se trasladó la consulta a casa.
Consejos para cuidarse y quererse un poco más, bien a través de la alimentación, ejercicio, cambios de hábitos o corrigiendo errores posturales, han sido la tónica general.
En ocasiones, creemos que lo sabemos todo sobre nuestro cuerpo y qué hacer con él, pero son cantidad de pequeños detalles, a veces los más importantes, precisamente los que descuidamos por no dar la importancia que se merecen.
Un éxito de participación que deseamos puedan repetir otros profesionales con sus respectivas especialidades.
Esperamos que el estudio llevado a cabo con este programa, sirva entre otras cosas, para quitar miedos y mejorar la calidad de vida del paciente. En ocasiones, también para conocer nuestros derechos y cuándo y cómo hacer uso de ellos.