El Día Internacional de la Mujer Trabajadora
Con este motivo, las mujeres de Argüeru han sido invitadas a participar del acto organizado por el Instituto Asturiano de la Mujer en la Casa de Cultura de Arriondas. Allá nos dirigimos un grupín de veinte personas ilusionadas, pero, cual no ha sido nuestra sorpresa cuando nos dicen que pasemos a una sala para ver el acto institucional a través de una pantalla de televisión. Confesamos que el rebote fue tremendo y nos levantamos para abandonar el local tras numerosas y sonoras protestas. A duras penas fueron acoplando en el sala principal a las que a pesar de todo, decidieron escuchar y ver el desarrollo del evento.
Desde nuestra humilde opinión, queremos manifestar que el acto estuvo pésimamente organizado. Si la idea de trasladar la celebración, en este caso, al oriente asturiano, puede considerarse un acierto, no lo ha sido, en cambio, el lugar elegido, pequeñísimo y soportando un calor insoportable, sin entrar en otros detalles y fallos de organización para no extenderse más.
Por otro lado, la falta de tacto y sensibilidad al colocar a este grupo de mujeres que se habían desplazado invitadas, en una sala a ver la TV, resultó totalmente surrealista.
Finalmente, hicimos saber una vez terminado el acto, tanto a Carmen Sanjurjo como a Javier Fernández, nuestro descontento y queja por habernos tratado de esa forma. No dudamos de las buenas intenciones y queremos creer sus explicaciones. Por supuesto, aceptamos las disculpas, pero dejamos constancia de los hechos, para que se puedan evitar este tipo de errores y en la medida de lo posible no se vuelvan a repetir.
Desde nuestra humilde opinión, queremos manifestar que el acto estuvo pésimamente organizado. Si la idea de trasladar la celebración, en este caso, al oriente asturiano, puede considerarse un acierto, no lo ha sido, en cambio, el lugar elegido, pequeñísimo y soportando un calor insoportable, sin entrar en otros detalles y fallos de organización para no extenderse más.
Por otro lado, la falta de tacto y sensibilidad al colocar a este grupo de mujeres que se habían desplazado invitadas, en una sala a ver la TV, resultó totalmente surrealista.
Finalmente, hicimos saber una vez terminado el acto, tanto a Carmen Sanjurjo como a Javier Fernández, nuestro descontento y queja por habernos tratado de esa forma. No dudamos de las buenas intenciones y queremos creer sus explicaciones. Por supuesto, aceptamos las disculpas, pero dejamos constancia de los hechos, para que se puedan evitar este tipo de errores y en la medida de lo posible no se vuelvan a repetir.
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